UN SEÑOR MAYOR CON UNA OREJA
ACERBA
Un día en el tren directo en Santiago de Cuba
yo vi subir un hombre con una oreja acerba.
No era tan joven o mejor, había madurado
todo, menos que la oreja que acerba había restado.
Me mudé de lugar para estarle más cercano
y poder estudiar la rareza de primera mano.
"Señor" le dije "pues usted ya es mayor
¿Que hace entonces con aquella
oreja verde?"
Contestó muy amable: "Puede decir que soy viejo,
De muchacho yo tengo solamente esta oreja…
Es una oreja niña, me sirve para oír
las voces que los grandes nunca están a sentir
Yo oigo lo que dicen los
arboles, las aves,
las nubes cuando pasan, las piedras y los riachuelos.
Yo comprendo a los niños que se dicen las cosas
que a una oreja madura parecen misteriosas.
Así me dijo el señor con una oreja acerba
aquel día en el tren directo a Santiago de Cuba.
GIANNI
RODARI – ( Traductora Gioia Minuti)